miércoles, 18 de agosto de 2010

The last five days in Paradise.

Cuando haces un viaje que te lleva tan lejos como es posible tienes que sentirte GRANDE, no puede ser de otra manera, es así.
Y es que cuando un invierno está siendo el verano de tu vida tienes que ser inevitablemente feliz, aún sabiendo que en cinco días todo esto se acabará y yo volaré de vuelta mientras NZ se queda aquí.
Tengo la misma sensación que cuando en un sueño te das cuenta de que estás soñando y entonces por mas que intentes evitarlo, te despiertas.